Escribe Paco Mira:

NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER



         España es un país muy dado a los refranes. No explico lo que significa un refrán, porque todos los conocemos. Hay refranes para el tiempo, para el trabajo, para el deporte, para los que quieren decir algo sin decir mucho, para dejar “tiesos” a quien nos escucha… bueno para todos.

         Este fin de semana se acumula más de un acontecimiento que merece ser mencionado. El evangelio nos habla de un ciego. Claro, la palabra de Dios nos representa a un ciego real que en la antigüedad era uno de los descartados de la sociedad precisamente por ser ciego. El pueblo lo rechazaba probablemente porque su enfermedad le delataba algún tipo de pecado.

         Es curioso, que hoy nos podemos escandalizar de este tipo de actitud, pero hasta no hace mucho, nuestra sociedad – quizás – puritana también rechazaba ciertas actitudes o comportamientos porque no estaban acorde con  lo que se llevaba.

         Está claro que el lenguaje de Jesús no es nuestro lenguaje. Jesús se acerca al ciego, como lo hizo con el pozo de la samaritana. Probablemente en ambos casos la casualidad jugó su papel: por un lado, la sed y en otro yendo de camino, nos encontramos con las realidades de la vida. Era sábado, era el día sagrado por excelencia, parecía que hasta las obras buenas no podían ser realizadas. Pero el lenguaje de Jesús es diferente: da igual qué día de la semana sea; hay una necesidad y hay que solucionarla y además que todos vean que las necesidades (la sed y la ceguera), son propias del ser humano.

         También este fin de semana se celebra el día del seminario con el lema, “levántate y ponte en camino”. Es lo que le dijo Jesús al ciego, “levántate y vete a lavarte”. Hoy estamos en horas bajas a nivel vocacional. Yo diría que a cualquier tipo de vocación que lleve y conlleve compromiso serio: falta de vocación política, falta de vocación matrimonial, falta de vocación solidaria… estamos en un momento en el que la sociedad tiene que plantearse la vida de otra manera si queremos que nos tomen en serio.

         Alguien denominó al seminario como “la fábrica de los curas”, pero yo diría que es el lugar donde se fragua el compromiso serio con la vida, desde el compromiso por una Buena Noticia. Muchos son los que han pasado, no todos se han quedado, pero a todos siempre les queda el sabor del tiempo vivido en él. Probablemente haya alguno cuya experiencia no haya sido la mejor, quiero creer y así lo deseo, que no sea mayoritaria. Pero si deseo que todos los que hemos pasado por él no olvidemos los buenos momentos vividos, los rostros que hemos compartido, las anécdotas que nos han marcado.

         Me gusta el lema de este año. Y me gusta porque el hastío de la sociedad ante las situaciones que vivimos, nos lleva a la dejadez, al abandono. La play se juega, muchas veces tumbados en una cama. Levantémonos y pongámonos en camino. Los que todavía seguimos en este maravilloso camino, debemos ser ejemplo para aquellos que quieren seguir y no saben como.

         Debemos asistir a un oftalmólogo que nos haga ver con los ojos de Dios y no con los nuestros. Debemos asistir a un oftalmólogo que nos ayude a curar las cegueras de aquellos que nos rodean. Ojalá que nuestra vida no sea una gran mentira, como alguno afirma, porque nuestra vida, a veces, consiste en eludir y no obligarnos a cambiar aquello que no coincide con la voluntad de Dios. Seguro que pasamos de largo ante todo aquello que cuestiona nuestra vida.

         No hay peor ciego que aquel que no quiere ver. No eludamos la vida, vivamos no para nosotros, sino para que otros puedan ver a través nuestro. No engañemos a nadie con la falsedad de nuestra vida y ojalá que nuestro compromiso sea el compromiso del convencimiento y de la fidelidad. Recemos, pero de corazón, para que las vocaciones no sean ocasionales, sino como una realidad de un mundo que necesita compromiso.

         Por cierto, este fin de semana es el fin de semana de la alegría.

 

 

         Feliz Cuaresma

         Hasta la próxima

         Paco Mira