Escribe Paco Mira:
TEORÍA ME SOBRA, ¿PRÁCTICA?
Uff, menos mal que se calmó la cosa, porque hasta no hace mucho,
los agoreros del futuro vaticinaban que el fin de los tiempos estaba al caer.
Cuando una desgraciada guerra se asomaba al panorama de nuestra vida, era una
signo - para algunos - más que evidente que las escrituras se estaban
cumpliendo; cuando las inclemencias meteorológicas eran más acuciantes que
nunca, no dejaban de ser, de nuevo, signos que el fin estaba próximo y había
que prepararse. Pero casualidades de la vida, el mundo sigue girando y dando
vueltas y los días siguen pasando y los años cayendo... y el mundo.... dándonos
alegrías (a veces algún coscorrón) y aquí no se acaba nada.
Los discípulos de Juan, parece que
tienen prisa. El tiene la necesidad, por lo que oye, de tener la certeza de
quien es el que busca. Por eso le preguntan al propio interesado, eres tú el que ha de venir o tenemos que
esperar a otro", quizás en canario, chacho, fuerte lío colega. Jesús, en ningún momento dice que es él.
Jesús lo único que dice son hechos, obras: los ciegos ven, los cojos andan, los
que tienen lepra quedan limpios....Y eso es lo que a Juan le vale, no necesita
más: la práctica supera toda teoría.
Posiblemente en nuestro mundo, de
teoría sabemos mucho. No hay más que ver la de hojas que se emplean en tesis
doctorales o de licenciatura argumentando casos que pueden ser probables, pero
que lo más probable es que no lo lea nada más que el que lo presenta y su
director. Cuando nos presentamos a una oposición, la teoría es muy bonita, pero
después en la práctica los casos nos devuelven a la cruda realidad. Hojas
parroquiales que nos dan instrucciones semanales, etc...
En nuestro mundo, sigue habiendo cojos,
personas que flaquean en su fe, que dudan, que se tambalean y que no saben o no
pueden guardar su equilibrio a la hora de la confirmación de su fe; en nuestro
mundo sigue habiendo ciegos que no ven o - lo peor - que no quieren ver la
realidad que nos rodea, de gente que nos tiende la mano solicitando nuestra
ayuda y miramos para otro lado o no queremos ver; en nuestro mundo sigue
habiendo enfermos terminales de ausencia de toda trascendencia que le hace
tomar decisiones en la vida que no son las más adecuadas. Su carne, su persona
se cae y desmorona como el que tiene lepra.
En este adviento que ya camina en su
tercera etapa, hagamos propia las palabras de Isaías que nos dice que el mismo
Dios viene en persona. A veces corremos el riesgo que nuestra sociedad paralela
no religiosa nos adelanta lo que envuelve a lo religioso desde el mes de
Octubre y no nos hace ver el adviento como la verdadera espera nerviosa de un
nacimiento real, algo parecido como le sucedía a Juan el Bautista. Pablo se lo
recuerda a su comunidad de Roma, tengan
paciencia. ¡ Qué poca paciencia tenemos a nivel general.
Pero claro. La llegada de Jesús no se
hace desde los palacios (aunque los hay que también lo esperan); desde los
grandes acontecimientos; desde los grandes eventos... os aseguro que no hay hombre más grande que Juan el Bautista.. Me
gustaría que tuviésemos un corazón noble y humilde como el de él; que nuestra
apariencia (piel de camello y sandalias en los pies) sea la de un verdadero
"vocero" , profeta que anuncia que la Navidad merece la pena, que el
nacimiento es algo real y valioso. Ojalá que nosotros, cristianos de toda la
vida y de golpes en el pecho, fuésemos los primeros en anunciar que el Reino de
los cielos está a punto, y que su rey, está a punto de nacer. Somos voz que
clamamos, ¿dónde?... Si es que teoría nos sobra.
Feliz Adviento. Hasta la próxima
Paco Mira