Escribe Paco Mira:
¿JURA USTED DECIR LA VERDAD, TODA LA VERDAD Y NADA MÁS QUE LA
VERDAD?= ¿?
Hay veces que uno se
estruja el cráneo para escribir unas letras que pueda compartir con todos
ustedes. Pero hay veces que los acontecimientos se lo ponen a uno muy fácil.
¡ Vuelven las elecciones!. Nada, a votar, a
volver a ejercer el trámite de enseñar el DNI, y depositar en una urna, una
esperanza. Esta vez rizamos más el rizo, y hay que depositar cinco papeletas.
De seguir así habrá que levantarse temprano para empezar a depositar votos.
Esta semana pasada, hemos visto cierta
polémica en el Congreso de los Diputados. Por una parte el que estuvieran
presentes ciertos elegibles que por tener cierto pasado, su presencia no es del
agrado de muchos. Probablemente esos tengan cierta razón, sobre todo por el
lugar en donde están viviendo en la actualidad. Pero por otra parte, a la hora
de tomar posesión de su escaño, cada uno dijo lo que le parecía y eso que la
pregunta era: "¿jura o promete su
cargo conforme a la constitución española?". Alguno se acordó de su
suegra, soñó que su equipo subía a primera división, pensaba que le tocaba la
lotería, rezó para que su hijo aprobase unos exámenes finales.... y yo me
pregunto ¿eso entra dentro de la constitución?. ¿Eso es lo que yo, este fin de
semana, tengo que votar?.
Este fin de semana, el evangelio nos
vuelve a dar otro rastrillazo. Me viene a la mente, el que el juez nos pregunte
jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?, cuando entiendo
que uno siempre tiene que decir la verdad y no hay que jurar nada; cuando uno
jura su cargo en el congreso de los Diputados, no cabe acordarse de la suegra,
ni decir que por imperativo legal tengo que hacer una serie de cosas, sino que
en el interior de la labor que hacemos en favor de otros, el juramento tiene
que quedar en un segundo plano, porque en el primero, la persona, está claro.
"En esto conocerán que son mis discípulos, en que se aman los unos a los
otros". No entendería que a mí me preguntaran, Paco, ¿juras amar
siempre a tu esposa o a tu madre, o a tu hija?. Hay cosas - al menos yo.
Probablemente otros no - que no tienen que dudarse. Que el que sigue el ejemplo
de Jesús de Nazaret, no tiene que jurar ante nadie, ni ser un imperativo legal
el querer a los demás, especialmente a los más débiles.
Decía Francisco de Asís: Cuiden su persona, puesto que muchos el
único evangelio que lean sea cuando los vean. Y la señal ineludible del
seguimiento de Jesús, es precisamente el amor que nos tenemos, el amor que
decimos que profesamos y el amor que sin engaños llevamos a la práctica. Que no se acobarde ni tiemble nuestro
corazón. Es más fácil una retirada que dar la cara; es más fácil el
silencio cobarde que la entrega generosa sin esconderse.
Si somos capaces de cumplir esto ya no
se trataría de un mandamiento, sino de una experiencia que nos sale desde
dentro y que tiene que irradiar a los demás. Ojalá que cuando nos vean, nos
digan: fíjense cómo se aman. Ahora
que nos toca volver a votar, ahora que en nuestras manos está la oportunidad de
tener aquello que realmente queremos, no seamos como los hipócritas que se dan
golpes en el pecho lamentándose de lo mal que lo hacen algunos. Valoremos el
corazón, valoremos el sentimiento, valoremos la sensibilidad hacia los más
necesitados, valoremos el valor de quien mirando a los ojos a los demás, es
capaz de amar sin ser amado, porque en el servicio y en la entrega, Jesús
camina con él.
Feliz
Pascua
Hasta la próxima
Paco Mira