Escribe Paco Mira:
TENEMOS QUE RESETEARNOS
Cada vez más,
tenemos más destreza con las redes sociales. La sociedad nos empuja, anima y
hasta diría que nos obliga a manejar estos dispositivos. No hace mucho un
hombre mayor, clamaba para que los bancos fueran generosos en sus aplicaciones
con las personas mayores. Pero la sociedad nos está empujando de manera rápida
a que aprendamos lo antes posible.
Para utilizar
dispositivos electrónicos (ordenador, teléfono móvil…) normalmente necesitamos
un teclado, físico o en pantalla. Pero una de las herramientas informáticas que
se nos ofrecen es la del “reconocimiento de voz”, que nos permite controlar el
dispositivo con nuestra voz: iniciar aplicaciones, hacer llamadas, dictar
texto, escribir correos y mensajes… Pero, para que el reconocimiento de voz
funcione, antes hay que configurar el dispositivo para que identifique nuestra
voz. Esto se hace leyendo varias palabras y frases, y el dispositivo “memoriza”
nuestro tono de voz, sus características… Esto no sólo es para que funcione de un
modo más eficaz, sino también por seguridad, para que sólo se active con
nuestra voz, no con la voz de otro.
Claro que
vivimos en un mundo con demasiado ruido y con demasiada prisa. No sé por qué
corremos tanto, pero también es verdad que si no lo hacemos corremos el riesgo
de quedarnos descolgados. Pero por favor: utilicemos bien los recursos que
tenemos. Pongo un ejemplo. El otro día me enviaron una imagen espantosa de un
hombre que en el pueblo había tenido un despiste vital (por llamarlo de alguna manera)
y la imagen que circulaba era espeluznante. Yo me preguntaba dos cosas: Una:
por qué si tenemos derecho a la privacidad de imagen, ¿por qué se permite que
se suban esas imágenes? Dos: ¿Cómo es posible que esté grabando, mientras un
hombre se debate entre la vida y la muerte? Si alguno lo entiende, por favor
que me responda.
Todo esto
viene a cuento, porque el reconocimiento de la voz, de las redes sociales,
tiene que ver con la imagen del buen pastor. Dice nuestro texto de hoy que el
pastor conoce a las ovejas y estas le reconocen por la voz. Es como cuando
enciendo mi Tablet y me reconoce por la voz para poder tener acceso a las
aplicaciones correspondientes.
Me gustaría
que nosotros también, como el ordenador, fuéramos capaces de configurarnos a la
voz del Maestro y para ello busquemos el espacio adecuado donde el ruido no
confunda la voz de quien es realmente la voz. Pensamos que en medio del ruido
podemos distinguirle, pero es como cuando estamos en una verbena y queremos
hablar con el de al lado. El reconocimiento de la voz, es lo que nos tiene que
dar pie a reconocer quien nos habla a diferencia de otras voces que seguro que
también nos quieren decir algo, pero puede ser la voz del lobo que pretende
comer a sus ovejas.
Ojo con la
puerta: no toda puerta nos lleva a pastos hermosos. Muchas son las puertas que
se abren, como muchas son las voces que oímos. Pero en la grandeza del ser
humano está el poder distinguir lo que nos conviene. Por eso dice el salmo que
el Señor es mi pastor y que nada nos falta.
Ojalá que
tengamos la capacidad de resetearnos cuantas veces haga falta. Cuando vamos a
un informático lo primero que nos pregunta es si hemos reseteado o actualizado
el aparato que tenemos. Insisto que el Señor es nuestro Pastor y que nada nos
puede faltar.
FELIZ PASCUA 2023
Paco Mira