Escribe Paco Mira:
NO ES UN EXTRATERRESTRE
Tengo un amigo, Daniel, que es astrofísico. Me
encanta hablar con él de temas que van más allá de lo que vemos porque además
lo vive y le encanta. Es un gran astrofísico, tiene publicaciones, y un blog
del que yo, a veces, alimento mi mente ignorante en estos temas. Cuando
trabajamos juntos, me encantaba hablar con él sobre la trascendencia, cada uno
en su ámbito, porque me daba la impresión que los dos hablábamos de lo mismo:
él me exponía un montón de fórmulas físicas y yo no le ponía ninguna fórmula,
pero sí llegaba a donde a él la razón no le daba. Era un diálogo enriquecedor.
Siempre me decía y comentaba
que los extraterrestres no existían ni existieron nunca y yo le creía. Pero me
hablaba de una realidad espacial con tal convicción como si él estuviera de
vacaciones en aquello que no vemos, pero que intuimos que existe y además nos
lo creemos. Yo le decía, cuando hablaba de Jesús, que su Reino no es de este
mundo.
Es más, llegué a decirle que me
daba la impresión que en medio de nosotros había extraterrestres. El se echaba
a reír y me preguntaba por qué. Le comentaba que nuestro mundo, nuestras
relaciones sociales, se habían vuelto de
lo más locas: el respeto, la buena educación, las normas cívicas de
comportamiento... se habían perdido, incluso en aquellos espacios en los que
normalmente creemos que tienen que existir como por ejemplo un centro
educativo. Por eso, cuando veo a una persona educada, que pide las cosas por
favor, que te da las gracias, etc... creo que hay un extraterrestre.
Por eso el Reino de Jesús, ese
Reino al que todos aspiramos no es un Reino de este mundo. Es un Reino de
verdad, de justicia, de paz, de amor, de cercanía, de solidaridad, de
amistad... palabras que casi se han convertido en extraterrestres, más que en
una realidad. Jesús se lo dice a Pilato, que es el que emplea la violencia para
dar a conocer la verdad (según él), el que emplea la fuerza que para él es
sinónimo de justicia... ¡qué diferencia tan grande!
Acabamos el año litúrgico. No
sé si deberíamos de tomar las uvas y desearnos un feliz año. Pero sí deberíamos
de mirar hacia atrás aunque sea de refilón y aprender de los errores, que
probablemente son muchos, para no volver a caer en la misma o peor de las
tentaciones.
Mi amigo Daniel, me decía que
en la Nasa se aprendían de los errores, nosotros dudo que hagamos - en muchos
casos - lo mismo. Volvemos a caer y a tropezar en la misma piedra y si se puede
cada vez más grande. Pero seguimos insistiendo que "mi reino no es de este
mundo" o incluso seguimos cantando "anunciaremos tu reino, Señor, tu
reino".
Jesús nos recuerda que el que
es testigo de la verdad, escucha su voz. Me da la impresión que a veces, o
muchas veces, estamos sordos, no oímos la voz del que nos habla desde la
sinceridad del corazón. A veces nos interesa estar alejados de la realidad para
no inmiscuirnos en los problemas, para que no nos generen más problemas a
nosotros.
Probablemente hoy estamos
invitados a ser extraterrestres en un mundo demasiado terrenal: que camina
deprisa, que está súper tecnificado, que es capaz de generar hombres y mujeres
a imagen y semejanza de las máquinas que no tienen corazón. Por eso Jesús,
vuelve a insistir que su Reino no es de este mundo. Nos invita a ser ejemplo de
la verdad que nos hace libres. Nos invita a que seamos la sal que genera sabor
a la vida que nos rodea y sobre todo a seguir el ejemplo del que es Camino,
Verdad y Vida.
Feliz fin de año
Hasta la próxima
Paco Mira