Escribe Paco Mira:
MENOS DIVERSIÓN Y MÁS CON EL CORAZÓN Y DESDE EL CORAZÓN, VIRGEN DEL PINO
Comenzamos septiembre y
atrás quedan los sueños y expectativas que teníamos para este verano. Cada uno
soñó, pensó y esperó pasar lo mejor posible los meses estivales. Y a raíz de lo
que los medios de comunicación social nos han ido comentando, resulta que
parece ser que los españoles hemos salvado a los españoles. No ha habido esa
fluidez de turismo extranjero, pero sí la ha habido de turismo nacional.
Gracias infinitas, porque de esa palabra que llamamos turismo viven miles de familias.
Pero llegados a este mes, comenzamos el curso; el escolar, el de
la actividad diaria, el religioso, la vuelta al trabajo de todos los que han
podido descansar un poco... en definitiva volvemos a la normalidad. Y el
comienzo de cualquier cosa, siempre llena de nerviosismo - aunque conozcamos de
qué va - (y si no que se lo digan a los estudiantes), se nos mira de arriba a
abajo (si hemos o no engordado, si tenemos o no un nuevo loock, etc...), en
definitiva, todo comienzo siempre es expectante.
Y a nivel religioso, en nuestra Diócesis, comenzamos un nuevo
curso. Diríamos con el evangelio de este fin de semana, Effrata, ábrete, bendita Iglesia canaria, deja que el viento inunde
de aire fresco todas tus estancias; ábrete bendita Iglesia canaria a un nuevo
curso lleno de expectativas, porque estamos estrenando para ello a nuestro
nuevo y flamante Obispo.
Fíjense si es importante nuestro comienzo de curso religioso,
que hasta el día 8 lo hemos marcado en rojo en el calendario, porque es
festivo. Pues celebremos la festividad como se merece. LLevamos dos años sin
romería, dos años sin aglomeración de gente, sin verbenas ni festivales, ¿es
bueno eso?. Pues probablemente la pandemia nos apremió a recuperar algo que
estaba perdido: la esencia de lo que celebramos.
Recuerdo que una vez alguien me dijo que a veces nos quedamos en
lo bonito del papel de regalo y apenas si nos fijamos en el regalo en sí. Hasta
ahora nos hemos quedado en "la caminata a Teror", muchos, y es una
pena, no llegaban y se quedaban en el camino de la ilusión y las ganas, o iban
una vez al año y hasta el siguiente no volvían, no se respetaban - a veces -
los espacios y los encuentros con una madre ansiosa de ver, escuchar y sentir a sus hijos.
Una madre merece que con y desde el corazón se le digan un
montón de cosas. Muchas son las oportunidades que se nos ofrecen para
acercarnos a lo largo del año a ella. Muchas son las situaciones personales y
familiares que queremos compartir con ella. Muchas son las ausencias que
tenemos que poner en su presencia porque a lo largo de estos dos último años
hemos tenido que despedir a muchos amigos, familiares.... Por ello la diversión
no es mala, pero en el lugar, con el motivo, y por la situación que se merece.
Nuestra Madre está de cumpleaños y hasta ella se acerca por
primera vez D. José Mazuelos, nuestro Obispo. Muchos están esperando sus
palabras, su inicio de curso pastoral. Sin duda estará nervioso; muchos ojos
estarán puestos en él y muchos oídos en sus palabras: que no le tiemble la voz
ni el pulso, María, nuestra madre, sabrá darle la fuerza suficiente.
Amigos, aprovechemos la nueva oportunidad que nos ofrece el
nuevo curso. Cada año es una oportunidad irrepetible. Diversión sí, pero
acerquémonos con y desde el corazón a la casa de nuestra Madre en su
cumpleaños.
Por cierto Feliz
Inicio de Curso y feliz día del Pino
Hasta la próxima
Paco Mira