Escribe Paco Mira:
NO HAY MEJOR DESATASCADOR, QUE LA FUERZA DEL AMOR
Si es que no se pone la cosa nada fácil.
Alguien me decía que no hablara de la Trinidad porque es un misterio y si se
habla de los misterios dejan de ser tales y se desvirtúa el contenido de los
mismos. ¡Pues anda que la teología, a lo largo de la historia, no intentó
explicar este misterio, que solamente a los ojos de la fe, puede tener
explicación, pero que no deja de ser eso: misterio.
Recuerdo que un curilla de
pueblo, le decía a los chiquillos del mismo: tengo un padre, que hace deporte y es médico, ¿tengo tres padres?.
Noooo contestaban los niños, tiene uno que tiene la capacidad de ejercer tres
cosas. Pues me gustó la explicación, por eso la recuerdo, y no se anduvo
por las ramas con configuraciones teológicas en torno al misterio de la
trinidad: uno solo que, por amor, resuelve todas las dudas y problemas y además
nos acompaña por los caminos de la vida.
Si creemos en Dios, como Padre,
es que no estamos solos ante el peligro. o estamos solos ante nuestros
problemas y conflictos. Jesús lo llamaba Abba,
y es que además nos ha creado a todos sólo por y con amor y es que además al
final de nuestros días, nos esperará a todos con corazón de padre, con corazón
amoroso.
Es triste ver como su nombre
hoy es olvidado y negado por muchos. Nuestros hijos se van alejando de él o
solamente lo recuerdan cuando los momentos de apuro les apremia y lo más triste
es que los que todavía nos damos golpes de pecho no sabemos contagiarles
nuestra fe, aunque sea débil y pequeña. Pero Dios, como Padre, nos sigue mirando a todos y cada uno de
nosotros con amor, aunque vivamos llenos de dudas e incertidumbres, no hemos de
perder la fe en un Dios creador y Padre, porque si así lo hiciéramos habríamos
perdido nuestra última esperanza.
Nos dice el Credo que creemos
en Jesucristo y éste es el gran regalo que nuestro Padre nos ha dado y le ha
dado al mundo. Jesús no será un hombre más, puesto que nos ha dicho en más de
una ocasión cómo es el Padre. Viéndolo a él vemos al Padre. En sus gestos, en
sus obras, en su mirada, captamos su ternura y su comprensión: sentimos en
Jesús a un Dios humano, cercano y amigo.
Este Jesús es el que nos invita
a construir una vida más fraterna y dichosa, que es lo que quiere el Padre.
Porque si nos olvidamos de Jesús, ¿cómo podremos acceder al Padre?. No nos
olvidemos que Jesús es el Camino, la Verdad
y la Vida.
Y como no podría ser de otra
manera, creemos en el Espíritu Santo. Esa fuerza interna, no tangible, pero que
nos empuja a que todos los días seamos el desatascador que necesita el mundo de
hoy. Un Espíritu que a muchos nos hace sentirnos de otra manera y de otra forma
para poder seguir dando testimonio en un mundo cada vez más sediento de amor
verdadero.
Hace algunos años había un
anuncio televisivo en el que se anunciaba como producto estrella "el tres en uno". Eso es la
Trinidad. El mejor producto para desatascar el odio, el rencor, las rencillas,
las peleas, la desunión... es el amor. Decía Agustín, el de Hipona que « ama y
haz lo que quieras», claro si es que el amor es el motor que mueve aquello que
de otra manera no se puede mover.
Con el amor, la Trinidad deja
de ser un misterio. Ahora que muchos de los pequeños de nuestras comunidades
hacen la primera comunión - ojala que no sea la última - enseñémosles a
disfrutar y saborear lo que es el amor, pero el de mayúsculas, el que deja
huella, el que no se borra, el que tiene nombre y apellidos, porque no hay
mejor desatascador que la fuerza del amor
FELIZ AMOR TRINITARIO
Hasta la próxima
Paco Mira