DIARIO
DE UN CURA:
Una Iglesia
en la ITV
Estaba ayer haciendo unas compras en “El
Kilo” y se me acercó Gabriela, una señora de la zona. Después de un breve saludo, me preguntó:
-¿Y por qué se fue de esta parroquia?
-Pues… porque el obispo vio necesario
cambiarme.
-Oh, ¿y ellos también mandan en eso?
¿También le van a decir a Dios lo que tiene que hacer? Yo cada vez entiendo
menos a los políticos!
No quise seguir un diálogo que iba a ser
difícil y opté por lo más cómodo. Una sonrisa invisible detrás de la mascarilla
y la salida más rápida:
-Ya hablaremos otros día que llevo algo
de prisa.
Pagué lo más pronto que pude y, ya en el
coche, tuve algo de arrepentimiento: ¿No hubiera sido mejor explicarle a la
mujer que la Iglesia no tiene nada que ver, o no debiera tener nada que ver con
la política? ¿No era preferible haber
aprovechado la ocasión y decir a la
mujer cuál es el papel de los obispos y de los curas?
Mientras tanto, fui a pasar mi coche por
la ITV, la revisión que debo hacer cada
año. Y, mientras los empleados revisaban
las luces, los frenos y las ruedas de mi
coche, yo seguía con mis pensamientos…
-¿No sería bueno que también los
cristianos nos hiciéramos una ITV de vez en cuando? Sería algo así como una Inspección Teológica
Variada.
Supongamos que alguien va a la parroquia
a bautizar a su hijo y el catequista le dice, por ejemplo:
-Vamos a hacerle la ITV. (Inspección
Teológica Variada): Encienda las luces delanteras… para revisar el buen ejemplo
del padre y la madre. A ver si pueden iluminar buien la vida de este niño. A lo mejor hace tiempo que no se revisan las
bujías, o resulta que uno de los faros está fundido.
- Vamos a ver ahora los frenos. ¿Frena
usted bien cuando alguien le propone un negocio algo rarillo o cuando tiene
ganas de darle a la lengua más de lo debido? Las luces y los frenos son muy
importantes para una buena conducción por la vida.
La señora que cada día reza el rosario
con tanta devoción y además es catequista, piensa un día: ¿Y por qué no me hago
yo voluntariamente la ITV? Y, decidida, se apunta a unos cursos de Teología o
un cursillo que se puede hacer a distancia.
Y casi siempre empieza a darse cuenta de que su motor no funcionaba tan bien como pensaba,
qué va. Hay fallos peligrosos. Ha faltado “mantenimiento”. Ha estado muy segura
de sí mismo. Se creía que sabía más y hasta se consideraba un poquito superior a
otras personas del pueblo. Es que, tal vez la batería está hecha un asco y
cualquier día la va a dejar tirada en la carretera. El mecánico, o sea el
catequista o el cura, le aconseja una puesta a punto urgente de todo el vehículo,
de toda su vida.
Un amigo mío que
escribe en los periódicos y se atreve a opinar de casi todo, incluso de temas
religiosos, me confesaba el otro día su ignorancia en temas relacionados con la
Iglesia y la fe. Sólo sabe, y mal, lo que aprendió en la catequesis y en el
colegio cuando apenas tenía 9 o 10 años. Le propuse pasar la ITV y me dijo que, seguro,
lo iban a rechazar a la primera. Que va a tener que leer y formarse más para
poder opinar.
No cabe duda
que es un acierto exigir la Inspección Técnica de Vehículos que están en circulación. Por la seguridad de
todos.
Para que nadie
esté tan seguro de sus conocimientos y
sus ideas y su forma de vivir la fe, también es necesaria
la revisión de la teología que enseñamos y vivimos en la iglesia. ¿Estarían
los curas dispuestos a pasar sus homilías por el filtro de una ITV?
Si usted cree que no necesita formación, que qué le
van a enseñar a usted a estas alturas, no lo dude. Lo está necesitando con urgencia.
¿Estaremos todos los cristianos –laicos,
curas, obispos…- dispuestos a revisar nuestras
actitudes y a acudir al taller que corresponda para intentar ser una gran
familia donde nadie se crea superior al otro, donde todos nos tratemos con
sencillez, donde no haya privilegios ?
Salí contento de la ITV porque encontraron bien los frenos, las
luces y los intermitentes de mi coche. Pero
con la duda de si yo pasaría la otra ITV.
Me fui de nuevo a la tienda. Gabriela ya
no estaba. Pero le dejé un recado. ¿Podemos hablar un poco más de la parroquia
y por qué ahora estoy en otro sitio?