Cartas a Jesús
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CARTA DE ALMUDENA TRUJILLO, DE 41 AÑOS. VIVE
EN INGENIO
Querido
Jesús, mi Señor: Te escribo estas palabras mientras escucho el cantar de los
pájaros. Ahora que mi especie se calla, puedo oír el sonido de las demás. La
Naturaleza resurge tan rápido... hasta ha cambiado el azul del cielo. En este
periodo de obligada reflexión yo no me quejo, mas pienso cuán necesario venía
siendo para la población parar y descansar. Llevamos un tiempo largo ya
acelerando sin parar: trabajo, compras, ocio... parece que estemos “obligados”
a comprar y “obligados” a divertirnos. Que si no viajas, no vives; si no ves
todas las películas del cine, no vives; si no conoces todos los restaurantes de
moda o aún no tienes nada en tu ropero con el color del verano, es que no estás
en el mundo.
Ahora
que tenemos la oportunidad de pensar, podemos darnos cuenta de que todo lo
descrito anteriormente no es vivir libres, sino en cautiverio. A ver si nos
hacemos conscientes de que quedarnos en casa un mes nos puede liberar de la
vorágine que nos ha estado consumiendo.
Jesús,
yo quiero pasar más tiempo dedicada a los cuidados de mi casa, de mis preciosos
hijos y de mi amante esposo, de mi familia y de mi hogar. Cuando todo esto
pase, voy a bajarme de la rueda de la vida rápida que nos consume a todos, voy
a trabajar menos y, sí, ganaré menos dinero que no podré gastar en cosas que no
necesito y que no me hacen feliz; pero a cambio tendré más momentos para
disfrutar del amor y de la libertad. G
Gracias
Jesús por hacerme ver con claridad en estos turbios tiempos que corren. Rezo
para que sean más los que se sumen a esta clarividencia y para que los que se
alejaron de ti (ocupados en correr en la rueda de hámster) vuelvan a tu lado.
Almudena,
esposa y mamá de dos cristianitos (3 y 6 años).
