Escribe Paco Mira:
LA LISTA EN LA PUERTA DE LA
NEVERA

Una vez visto el evangelio y las
lecturas de este fin de semana, me da la impresión que podemos caer y caemos en
la trampa de colocar en la puerta de nuestro corazón una lista llena de
facturas en las que se detallan las heridas que hemos recibido y que, tarde o
temprano, se quieren cobrar. la lista de
cuentas por cobrar, por pequeña que sea, tiene una capacidad enorme de obstruir
los cauces de la felicidad y del amor y hace lentos y torpes los pasos hacia la
convivencia armónica con los demás, con Dios y con la propia creación. El ojo
por ojo y el diente por diente de ayer, por desgracia, se sigue viviendo.
Cuantas veces hemos pensado que
"la ley favorece al delincuente", hace que algunas personas,
desengañadas con la justicia que parece no tener recursos suficientes para
actuar en defensa de las víctimas, o al menos para darles una adecuada
compensación, se tomen la justicia por su mano.
Por eso no es de extrañar que algunos,
al escuchar las palabras de Jesús en el evangelio, las reciban como algo
imposible de cumplir y que, incluso, va contra la razón humana. Se entienden
mejor las referencias al Antiguo Testamento : ojo por ojo y diente por
diente"; "amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo". Eso
sí es comúnmente aceptado.
Pero el camino de Jesús, el camino que
Él mismo recorrió y que lleva a la
salvación y a la vida, el camino por el que él nos invita a seguirle... es el
camino que comúnmente no es aceptado, es un camino que se sale de lo común.

¡ Que bueno sería que la alegría del
perdón llegara a los lugares donde los humanos tejemos las relaciones de
convivencia y dejásemos atrás tantas listas de neveras con facturas de
reproches en el rincón del olvido!.
Vamos a comenzar la cuaresma. Nos van a
recordar hasta la saciedad que tenemos que convertirnos y creer en ese Jesús de
Nazaret que no es rencoroso, ni tiene nevera, ni pega lista de nada en ella.
Ojalá que desterremos el ojo por ojo y pongamos en la puerta del corazón el
amor a los enemigos como nos gustarían que nos amaran.
Hasta la próxima
Paco Mira