Escribe Paco Mira:
EL MIMO DEL CORDERO
Seguro que es de las imágenes más bucólicas que podemos tener:
la imagen de un cordero: frágil, desprotegido, humilde, blanquito (en el caso
de serlo...), inspirador de muchas poesías, oraciones... e incluso de ser la
imagen por excelencia de los belenes que hasta hace poco hemos tenido en
nuestra casa.
Hoy, con la aparición de las redes
sociales, los sectores de la comunicación, de la publicidad... han vivido uno
de los desarrollos más interesantes de los últimos tiempos. Pasamos de tener
uno o dos canales de televisión a poder diseñar nuestra propia parrilla de
salida. Pasamos del telegrama - como método de lo más moderno que había - a la
inmediatez del whatsApp. El ser humano se las ha ingeniado para no quedar atrás
y los móviles, por ejemplo, que cada vez nos presenta el mercado satisfacen
precisamente esa inmediatez, esa rapidez... necesitamos las cosas ya.
Y es curioso que a nivel religioso, no
somos capaces de diseñar alguna aplicación para que el evangelio llegue, diga y
motive a los que nos consideramos cristianos. Incluso utilizamos las
tecnologías, las nuevas, para poder llegar lo más lejos posible y sin embargo
no llegamos, no somos capaces de entusiasmar, no somos capaces de ilusionar a
quien nos demanda que seamos testigos de aquello que creemos y proclamamos.
Hoy Juan nos demuestra que las nuevas
redes sociales no estaban hechas para él. Juan nos demuestra que con mimo y con
cariño muchas de las cosas que hacemos pueden tener resultado favorecedor y
enriquecedor: "este es el Cordero de
Dios que quita el pecado del mundo", es como si dijese este es el humilde de Dios, el último, el
que no cuenta.... pero el más significativo. Que imagen más bonita,
pastoril como la época, pero preciosa.
Juan continúa en su afán de motivación
para los que creen en Jesús. No solo es el cordero de Dios, sino que sus
parientes y más cercanos no le conocían. El movimiento se demuestra andando y
no hay mejor forma de expresar lo que es el amor, el cariño, la amistad que
demostrándolo. Podemos pensar que nos tenemos que quedar con lo que nuestros
padres nos han enseñado de Jesús, pero mientras nosotros no seamos capaces de
interiorizarlo no llegaremos a ninguna parte.
Juan habla del verbo salir. ¡Que bonito
es que salgamos de nuestras propias comodidades.. para poder encontrarnos con
las realidades que la vida nos ofrece!. A veces tranquilizamos nuestras
conciencias con preceptos y el propio Cordero de Dios nos ha dicho que él no
venía a cumplir la ley, sino a darle cumplimiento: somos de misa dominical,
somos de confesión anterior a la comunión, somos de santiguarnos cuando pasamos
delante de una iglesia... pero no somos de amor y cariño con el vecino de al
lado que solamente nos reclama una mirada, una sonrisa, una caricia....
Necesitamos salir. Salir de la
catequesis de primera comunión o de confirmación con conceptos más que
aprendidos, sino de una formación que requiere adaptación continuada, una
manera de ser reciclada, un mimo que Dios tiene que hacer a todos y cada uno de
nosotros y que a todos nos gusta y que no tenemos por qué rechazar.
Ojalá que nuestra formación sirva para
exclamar como Juan , "este es el cordero de Dios..." eso significará
que hemos conocido al verdadero Dios, que nos dejamos querer, amar y mimar por
él.
Por cierto, FELICIDADES a la comunidad
de Tamaraceite por sus fiestas
Hasta la próxima
Paco Mira