Escribe Paco Mira:
PASAMOS LAS ELECCIONES Y
AHORA
TOCA ¿MIRAR EL INFORMATIVO?
Bueno ya está, ¿o no? Resulta que hemos pasado unas elecciones
que me da la impresión que por lo sucedido después del resultado, nos podrían
ahorrar dos cosas: tiempo y dinero. Pero bueno, desde aquí quiero tener una
mirada hacia la esperanza, y que se gobierne no solo para los que han votado
unas determinadas siglas, sino para todos los españoles. Claro, los
informativos, ahora, no dejarán de estar todo el día informando de lo que
seguro que ya sabemos, pero será su obligación.
Pero también es cierto que cada vez más
personas comentan que escuchar o ver las noticias les pone de mal humor. Tanto
desastre, tanta injusticia, tanta pobreza, tanta violencia... les afecta, sobre
todo porque parece que los intentos de detener o paliar tanto mal caen en el
vacío o resultan insuficientes. Eso va generando un estado de ánimo que se
concreta en diferentes actitudes ante la realidad: algunos se quedan
indiferentes ante los problemas cuando no les afectan directamente pensando que
"eso no va conmigo", otros son meros espectadores de la realidad,
viendo mucha información, criticando, pero sin hacer nada; y otros, como las
avestruces, no quieren saber nada de la realidad, piensan que no hay que hacer,
y se refugian en su familia, su trabajo, sus intereses.
Si nos fijamos en el evangelio de este
fin de semana, parece un telediario: se alzará pueblo contra pueblo, habrá
grandes terremotos, epidemias, la propia familia nos traicionará... según este
telediario no hay escapatoria y la única solución que nos queda es esperar a
que nos toque nuestro turno.
Sin embargo la respuesta de Jesús ante
esta catástrofe es clara: cuando se oigan situaciones como estas, es el momento
de no volver la espalda, de no mirar para otro lado, de dar la cara y sobre
todo de dar testimonio de aquello que decimos que creemos y que estamos
convencidos. Porque además el evangelio no es algo que se nos da en función de
lo que hacemos. El evangelio se nos da en la realidad y en la vida de cada uno
de nosotros: en lo bueno y en lo malo, en las alegrías y en las tristezas, en
la salud y en la enfermedad... y ante un telediario catastrófico, nosotros
tenemos que dar anuncio de la Buena Noticia y esta con nombre: Jesús de
Nazaret.
Pero hoy más que nunca, "la esperanza de los pobres nunca se
frustrará", puesto que este domingo es la III jornada mundial de los
pobres. No nos olvidemos que pobre no solamente es aquel que no tiene lo
básico, que también; pobre es el que no tiene alegría, el que tiene siempre
como compañera a la soledad, el que no es comunicativo, el que ha perdido la
esperanza.
Un cristiano, nosotros, no perdemos la
esperanza. La historia, nuestra historia, es la historia de salvación; es la
historia en la que Dios interviene, nos guía, nos acompaña y no nos abandona.
Es la historia en la que Dios mismo se mete en la misma historia del hombre.
¡Que bueno es que Francisco, nuestro Papa instituyera la jornada mundial de los
pobres!. Ojalá que no se convierta en una jornada más; ojala que no sea un día
más en el calendario; ojala que no quede ensombrecida por otros
acontecimientos. Ojalá que sea una noticia que sale en los informativos para
tomar conciencia que hoy son otros, pero que mañana podemos ser nosotros: con
nuestra historia, con nombre y apellidos... que no somos anónimos.
Hasta la próxima
Paco Mira