Escribe Paco Mira:


 YOU'll NEVER WALK ALONE
(Nunca caminarás solo)

             Hace unos días se celebraba en nuestro país, la final de la Champions. Una final esperada por muchos, pero con la pena de no haber ningún equipo español, El fútbol es una competición donde los goles son los que dan la entrada para una final y si estos no llegan del lado español, hay que dejarlo para los ingleses, en este caso, puesto que eran dos equipos británicos los que jugaron dicha final. Uno de ellos era el Liverpool, ciudad que se ha distinguido a lo largo de la historia por la música y ahora también por el fútbol. Y precisamente los hinchas de ese equipo tienen una canción (probablemente muchos de los equipos mundiales también lo hacen) que les identifica, que les mueve y sobre todo que les insufla el ánimo suficiente en tiempos de decaimiento: esa canción es, nunca caminarás solo. Les confieso que es impresionante escuchar a 70.000 gargantas entonar con el corazón y el sentimiento sin que exista una partitura que marque los tiempos y los compases, sino que el corazón se encarga de ello. Probablemente es lo que les ha llevado a ganar precisamente la copa de este año
         Si me dejan que siga con el símil, celebramos el día de Pentecostés. Seguro que Jesús también nos dice, "nunca caminarás solo", el Espíritu, es decir yo, estaré y estoy contigo en todos y cada uno de los movimientos que realices.  El sentimiento que fluye de un hincha de futbol, que le lleva incluso a pagar por una entrada lo que no está escrito; lo que le lleva a dejarse medio sueldo o el sueldo completo... por unos colores, por una camiseta, por un equipo e ir allá a donde sea para verles jugar, no se si es el mismo sentimiento que los cristianos tenemos cuando el domingo pasado nos decían que dejáramos ya de mirar al cielo y nos pusiéramos ya a caminar por nuestra cuenta y que ahora nos dicen que no tengamos miedo porque ya no vamos a caminar solos.
         Este fin de semana es el encuentro de laicos en nuestra diócesis, como en muchas de las diócesis de nuestra geografía nacional. Es curioso que los laicos ahora tienen un papel protagonista en la vida de la Iglesia. Me gustaría que ese papel fundamental no fuera un papel ante la escasez de recursos humanos en otros ámbitos de la misma Iglesia, sino el reconocimiento de quien teniendo infinidad de valores, siempre los han puesto al servicio de los demás especialmente de los más pobres y necesitados.
         Hoy se nos va a recordar que los primeros discípulos, se reunían, compartían, celebraban juntos, que no había distinciones entre ellos… probablemente es lo que nos tiene que unir en Pentecostés. Quiero una Iglesia que realmente sea una comunidad que celebra, que comparta, que se reúne. Que en aquella época y por obra del Espíritu los oían hablar en lenguas diferentes. Hoy puede ser la lengua de la verdad, de la inclusión, de la justicia, de la paz, del perdón, de la transparencia… en definitiva del amor. Ojalá que nosotros seamos capaces de desarrollar cada uno, seamos laicos o clérigos, altos o bajos, pobres o ricos… de desarrollar una tarea en esta nuestra Iglesia. Es la que nos ha tocado vivir, la que nosotros con nuestras debilidades nos ha tocado desarrollar y que con la acción del Espíritu la que tiene que seguir tirando hacia adelante.
         Le pido a esta nuestra Iglesia que cuente siempre con los laicos, que los apoye, que los cuide y les abrace; que los corrija pero que no les niegue nunca la posibilidad de hablar en lenguas diferentes, la posibilidad de desarrollar una misión dentro de ella. Seguro que si eso fuese así, ahora no veríamos extrañados ciertas cosas que los laicos reclaman, que pueden y deben hacer, y que otros no ven “muy canónicas”
        
         Hasta la próxima
         Paco Mira