CRITERIOS PARA LEER BIEN EN MISA
Este miércoles por la tarde Paco
Mira, profesor de Religión, se reunió con un grupo de personas en la iglesia de
Candelaria. El tema, la liturgia de la Palabra y los lectores. Paco dijo, entre
otras cosas, estas:
-No
todo el mundo vale para leer en público. Por eso no se es mejor, ni
peor. Tampoco todos valemos para cantar.
- Es bueno que haya variedad de lectores. Que no seamos siempre los
mismos.
-Ser lector es un servicio a la
comunidad. Pero no un derecho ni un privilegio de nadie. Debemos facilitar que sean muchos los que participen. Los encargados de liturgia tienen como misión
fundamental preparar la celebración y que cada vez más personas se impliquen en
esta tarea.
-No se puede ir a leer si haber
repasado antes la lectura (para que después no andemos buscando la página o nos trabemos
cuando dice, por ejemplo tesalonicenses o impíos o Melquisedec)
-No es necesario hacer inclinaciones de cabeza. Y si se hace, que
sea muy moderada y hacia el ALTAR.
-Lo primero, colocar el micrófono dirigido hacia la BOCA, no a la
frente.
- Hay que leer MUY DESPACIO. Vale más pecar de despacio
que no con prisas. En los puntos hay que hacer una PAUSA, Que se note.
-Hay que vocalizar. A veces el que lee el salmo
lo hace tan rápido y
sin vocalizar que la gente no sabe qué responder.
No marcharse del ambón hasta que el pueblo no haya respondido “Te
alabamos, Señor”.
-Animarnos a colaborar para que el pueblo
responda adecuadamente y despacio. Por ejemplo “El Señor reciba
de tus manos…” ¡despacito! Las respuestas en el evangelio son distintas. Cuando el
sacerdote antes del evangelio dice lectura del santo evangelio… respondimos.
GLORIA A TI, SEÑOR! Al final, después de Palabra del señor se responde GLORIA A
TI, SEÑOR JESÚS.
-El salmista puede iniciar la respuesta. Pero haciendo antes una
pausa.
-El que lee la ORACIÓN DE LOS FIELES debe estar ante el micrófono
desde que el sacerdote empieza la invitación a rezar. No esperar a que el sacerdote acabe para acercarse. Y cuando termina las
peticiones tiene
que esperarse hasta que el sacerdote concluya la oración. También en la
oración de los fieles hay que hacer pausas en los puntos y leer muy despacio.
Si no, no sabemos qué le estamos pidiendo a Dios.
-Para poder leer bien tenemos que COMPRENDER lo que leemos. Y estar convencidos de que es la Palabra de Dios.
Y aplicársela a uno mismo.
asistentes
a la reunión.