REFLEXIÓN DEL PÁRROCO
¿Cuántas primeras comuniones hay?
Estaba yo hablando con
Dácil, una niña de mi parroquia. Intenté explicarle que, después de la primera comunión, habría también una segunda y una tercera. Y
que es por eso que , a la de ahora, se le llama “primera “ comunión.
-¿Y cuántas primeras
comuniones hay? Me preguntó sorprendida.
No pude responder
porque en ese momento se acercó la madre e intentó aclararle:
-¿Tú eres tonta, Dácil? No hay sino una comunión y por
eso se le dice primera comunión.
Y como yo no soy quién para descalificar la opinión de la
madre, preferí coger por la calle de en
medio y hacer una sugerencia a la
chiquilla:
- Si vienes el día de
Corpus, que es cuando se hacen las alfombras, podrás comulgar otra vez.
- Ah, sí? Qué
guay
-Qué guay dije yo
también para mis adentros. Qué guay ver a los niños y niñas de nuestras parroquias
ilusionados con la catequesis, o con la misa donde no son estatuas sino que
actúan, cantan hacen gestos y opinan. Qué guay verles de merienda, jugando con otros chiquillos de
la catequesis, subiendo a la montaña, riéndose, rezando y hasta haciendo teatro. Lástima que algunos padres no
perciban esos valores y crean que todo se acaba con la primera comunión.
Porque piensan que sólo es una.
En la catequesis que para muchos termina estos días, los pequeños de nuestras familias han ido
descubriendo a un Jesús que resultó ser un amigo bueno, alegre, que sabe
también de travesuras y de fiestas y que trae bajo el brazo un evangelio que
habla de amor, de amistad, de la alegría de hacer el bien y que encima siempre
puede estar contigo.
Lástima también que
los curas y los catequistas nos acostumbremos a celebrar primeras y últimas
comuniones como la cosa más normal del
mundo. Aunque diga la madre de Dácil que
la primera comunión es una y punto.
No, Dácil. Primera
comunión, una sola. Pero segundas y terceras, tan hermosas como las
primeras, todas las que quieras. Y si
no, pregúntale a Miguel, el que estaba el otro día, ¿te acuerdas?, poniéndonos
la música en la misa, que nos dijo que ya iba por la comunión número mil, que
son un montón, y que va a seguir comulgando.
Te voy a poner una
canción que hemos cantado muchas veces. Nos
habla de lo cerca que está Jesús de quienes comulgan por primera vez o por la número mil: “
Tan cerca de mí, que
hasta lo puedo tocar. ¿La cantamos? Pues
venga.
CANCIÓN TAN CERCA DE MI.