DIARIO DE UN CURA:
LA CHICA QUE
TIRABA PIEDRAS CON LOS PIES
Empiezo este año, contando la historia de una la chica
que tiraba piedras con los pies.
Hace unos días estuve en la casa de Javiela Romero. Era una visita
prometida desde hace meses, pero hasta ahora no había sido posible.
Javiela vive con su madre y las dos son
de mucha y amena conversación.
Juntas, me contaron el problema que tuvo Javiela al nacer y
muchas de las aventuras que ya desde niña protagonizó a consecuencia de
tener incompletas sus manos y la poca fuerza de sus brazos.
Desde niña, me contaba, como los brazos eran muy
débiles, aprendí a hacer trabajos con los dedos de los pies. Enhebraba la aguja , rehilo, calar …todo con
los pies. Me sentaba en el suelo y jugaba, escribía, pintaba y tiraba piedras con los pies. Mis
pies hicieron su función de pies y
también de manos y brazos. Algunos niños
se reían de mí por mis “manitas muertas” y entonces yo, con una gran habilidad, con los dedos de los
pies agarraba una piedra y la lanzaba
con tanta fuerza que ya me tenían miedo y me respetaban. Por Ingenio hay alguno
que guarda la cicatriz en la frente y a veces, cuando nos vemos, lo recuerda y nos reímos.
Pero no crean que ahora sigue siendo así, aunque algo
debe quedar, me supongo. Su madre
no la educó sobreprotegiéndola, sino
animándola a superar las dificultades con que había nacido. Ahora Javiela ya no
tira piedras sino que da clases de pintura a los niños, toca la guitarra y se
desenvuelve en la vida como cualquiera de nosotros, o mejor. Es monitora del Centro de Mayores de Ingenio.
El carácter de Javiela y la colaboración de la madre
ayudaron mucho a no quedarse encerrada y saber defenderse ante cualquier
problema.
Es
un ejemplo de lucha, perseverancia y progreso. La fuerza que faltó en sus manos
la trasladó a sus pies y, sobre todo, a su voluntad.
En su casa hay pinturas suyas, bastantes, realizadas
con los dedos de los pies y con la boca. También a mí me ha regalo un óleo
lleno de colorido y simbolismo que hoy me gustaría enseñarles a ustedes.
Ya ven, he empezado un año nuevo con el encuentro con
una mujer extraordinaria. Alguien que anima para que este año nuevo sea
próspero. Que no haya ninguna dificultad que nos acobarde. Y si no, acuérdate
de Javiela, la chica que apedreaba a los niños con los pies, pro que también
pintaba, cosía y tocaba la guitarra.