Escribe Paco Mira:
LAS FIESTAS MÁS SINODALES
Si me lo permiten, este
fin de semana me gustaría recordar al patrón de mi pueblo, que sin ser
exclusivo del mismo, celebra este finde, las fiestas en su honor: San Rafael de
Vecindario. Unas fiestas, que quieren volver a arrancar después de tiempos
difíciles y complicados y seguro que estando deseosos de ellas, nos resultarán
un poco extrañas.
Estamos convocados a la fiesta, y fiesta significa diversión,
alegría, compartir...Necesitamos, en medio de las dificultades que estamos viviendo,
manifestar y compartir la alegría. La alegría que nos une; la alegría que
supone compartir nuestra vida; la alegría que nos lleva a la unión entre todos
y cada uno de los que vivimos en nuestro pueblo, pero abiertos a aquellos que,
desde fuera, quieren sumarse a la
maravillosa aventura de la fiesta.
Un año más también nos convoca San Rafael. Un año en el que las
secuelas de la Covid19, en su quinta ola, han dejado su huella. La medicina de Dios, quiere hacerse
presente en medio de todos y cada uno de nosotros. No ha sido un año fácil: ha
habido ausencias inesperadas; ha habido situaciones de precariedad laboral; un
año en que parece que los problemas no tienen solución... pero no debemos
perder la esperanza.
Esperanza es lo que no perdió el joven Tobías que un día esperaba que un hombre bueno le
acompañara, (como reza el himno al patrón). Nuestro pueblo está lleno de
hombres y mujeres buenos que están deseando acompañar a infinidad de Tobías que
se han despistado a la hora de encontrar el camino deseado. La alegría de la
fiesta, puede ser un momento bueno para el encuentro.
Este mes, el Papa Francisco nos ha invitado a la sinodalidad, a
caminar juntos (eso es lo que significa). Y ¡que buena ocasión, es que en esta
fiesta lo hagamos!. Seamos sinodales (caminemos juntos) para acompañar a los
que no pueden llegar a fin de mes; Seamos sinodales para acompañar a los que
están viviendo la soledad de la enfermedad y de la tristeza de la vida; seamos
sinodales para abrazar y acariciar a tantos y tantos ancianos que no tienen
quien les arrope; Seamos sinodales para ser generosos con quienes el ERTE está
haciendo estragos; Seamos sinodales para echar una mano en la tragedia del
volcán de nuestros hermanos de La Palma; Seamos sinodales con la cantidad de
hombres, mujeres y niños que desesperados de la vida llegan a nuestras costas
en pateras (no hace mucho, en 56 horas llegaron mil) y parece que nadie se
acuerda de ellos. Seamos sinodales con la cantidad de misioneros y misioneras
(este fin de semana también es el Domund) que llevan por el mundo el
maravilloso mensaje de Jesús de Nazaret.
San Rafael nos pide unidad en la adversidad. Nos pide mirar al
futuro con optimismo. Nos pide que la derrota no sea la bandera de un pueblo
que siempre se ha caracterizado y ha demostrado su alegría.
Amigos, estamos de fiesta. San Rafael nos llama a ello. San
Rafael nos invita a que nos acerquemos con corazón sincero a visitarle y que,
tal y como somos, bebamos de su medicina para coger fuerzas cuando las cosas no
nos vayan bien del todo, pero que también bebamos cuando los vientos de nuestro
pueblo (que no son pocos) nos sean favorables.
Tenemos un gran reto por delante. Reto al que estamos invitados
todos. Rafael nos invita a mirar el futuro desde el presente y eso es lo que
nos tiene que animar a que lo hagamos lo mejor posible.
Felices fiestas
Hasta la próxima
Paco Mira