Escribe Paco Mira:


 LA CARESTÍA DE LOS PRODUCTOS BÁSICOS

            Cuando hemos tenido elecciones, aparte de que cada uno haya votado a quien ideológicamente creyera más oportuno, seguramente todos hemos mirado de reojo, y sin ser de reojo, a ver quien iba a ser el ministro/a de hacienda o de economía, porque los bolsillos de todos y cada uno de nosotros no están como para hacerles como a las vacas: ordeñar más de la cuenta, porque la leche es la que es y no hay para más. La mirada está puesta en los presupuestos - dicen que urge su aprobación de ahí unos pactos que no convencen a muchos - que todavía tenemos de legislatura anterior.
         Mirando esos presupuestos todos y cada uno de nosotros miramos aquellos productos que nos son básicos: leche, pan, agua, luz, gasolina.... cosas que en definitiva son con las que tenemos que lidiar todos y cada uno de los días.
         Este domingo celebramos - creo que no está bien dicho, pero  no encuentro otra palabra mejor - la campaña de manos unidas. Siempre me han oído decir que cuando celebramos algo al margen de lo natural, es que hay algo que no funciona: nos lo recuerdan hasta la saciedad, seguro que nos ponen algún video que hace que los pelos se nos pongan como escarpias, alguna lágrima a alguno se le caerá, nos sentiremos orgullosos de la colecta que hemos recaudado.... pero.... al año siguiente otro lema y vuelta a empezar.
         Creo que el recordar que todavía hay hambre en el mundo, no es como para apagar ninguna vela, ni felicitarnos por el día de nada, ni sentirnos orgullosos por ninguna colecta. El hambre es una enfermedad que hace siglos debería de estar erradicada de nuestro calendario. El lema de este año "quien más sufre el maltrato al planeta, no eres tú". Nos suenan lejanos los proyectos que asume nuestra Diócesis; ni siquiera somos capaces de localizar en el mapa (a través de google maps) el lugar al que van destinadas las colectas. Seguro que consultamos el google para la pizza más cercana.
         Isaías nos recuerda que tenemos que partir el pan con el hambriento, ahora que cada vez más la  gente de caritas a tiende a más familias y cada mes que pasa va en aumento (y nos dicen que España va bien); que tenemos que hospedar a los pobres sin techo y lo que hacemos son leyes para un desahucio más express y que los okupas no invadan nuestro terreno; vistamos al que vemos desnudo... un Isaías que vivió 800 años antes de Cristo, pero que la realidad desde entonces - por lo que veo - no ha cambiado mucho o nada.
         Hablaba al principio de la carestía de los productos más básicos, pues creo que se han encarecido. Jesús en el evangelio nos habla de que tenemos que ser luz para los demás. Es curioso que en un mundo lleno de sombras, de penumbras, parece que los cristianos cada vez alumbramos menos. Parece como que se nos está apagando ese pábilo cada vez más vacilante y que no somos capaces de darle una solución a nuestro propio problema.
         Sin embargo quiero ser optimista. Quiero ser sal en un mundo soso. Quiero ser luz en un mundo lleno de oscuridades y donde todos tropezamos; un mundo con hambre, con miserias, con crueldades y con indiferencias.... y es ahí donde nosotros tenemos que marcar la diferencia. Me gustaría que Manos Unidas no tuviera ningún proyecto, porque eso supondría que todo está resuelto.
         Déjenme que las últimas líneas sean de aliento, con motivo del día del enfermo que celebramos el 11 - nuestra señora de Lourdes -  para todos aquellos que se arriman a nosotros en búsqueda de un hombro, una caricia, una sonrisa, un beso, un silencio, una escucha... buscan luz y sabor a través de la sal que somos nosotros.
         Hasta la próxima
         Paco Mira


NOTA DE LA PARROQUIA:
Este fin de semana en  nuestras parroquias de Ingenio se hace la colecta para Cáritas. Por tanto la de Manos Unidas la posponemos a los días  16 y 17 de febrero.