Escribe Paco Mira:
 MME

         No hace mucho leía un artículo en uno de nuestros periódicos, en el que se mencionaba que nuestros hijos/nietos ya están utilizando un lenguaje que no es demasiado entendible para aquellos que manejamos su vocabulario de una forma y manera bastante escasa. Incluso el articulista mencionaba la posibilidad de que fuera un lenguaje en el que ellos se excusan para que otros (entiéndase padres o familiares directos ) no puedan entenderlos. Pues estoy bastante de acuerdo en ello: TQM (Te quiero mucho), XPF (Por favor),  etc...
         Pero da la casualidad que ahora mi querida Iglesia, parece que se ha unido a la moda y nuestro Papa Bergoglio, nos convoca a MME (Mes Misionero Extraordinario). Siempre he dicho, y lo mantengo, que cuando conmemoramos el día de algo, o el mes de algo, o luchamos contra algo... es porque ese algo no funciona o funciona mal. Felicito a nuestro Papa, por acordarse de la entrega generosa de tantos y tantos que siguen creyendo que Jesús de Nazaret merece la pena.
         Muchos son los que han cogido la maleta y llevan la tira de años en lugares que siempre hemos considerado de misión. Me resulta reconfortante comprobar la cara de emoción, de entusiasmo, de ilusión... después de llevar ya no sé cuantos años. Muchos son los que han dejado su vida, pero literalmente, en favor de aquellos que más lo necesitan. Siempre hay quien no entiende que la solidaridad y la lucha por una causa justa puede ser pacífica. Muchos son los que sin ser consagrados de una manera especial, han cogido su maleta como matrimonio, como amigos... y desarrollan una labor magnífica.
         Pero creo que MME es una llamada no solo a los de lejos para que no cedan nunca en su empeño, es una llamada también a los de cerca. Nosotros también estamos en tierra de misión. Seguro que cada vez más. Cada vez más el Jesús que merece la pena y en quien nosotros creemos está teniendo menos hueco en tantos corazones de un mundo que llamamos en desarrollo. Es una llamada a ti y a mi a llevar a cabo una tarea de la que decimos que estamos convencidos de ello.
         Me viene a la mente a dos misioneros ejemplares que están en la peana de muchas iglesias. Francisco, el de Asís, cuya fiesta acabamos de celebrar. Un hombre al que la radicalidad de un mensaje le llevó a no hablar mucho, pero sí a actuar con convicción. Esa convicción le llevó a fundar una orden religiosa y a ser modelo de muchos que le admiran. Y la otra modelo de peana, es María, la del Rosario, que celebraremos esta semana que entra. Un rosario misionero, misionero por los cinco continentes. maría el ejemplo de abandono de sí misma para ponerse al frente de la causa del Padre, siendo la propia madre de su Hijo.
         Pero me viene también a la mente a tantos misioneros que no están en las peanas de nuestras iglesias. Esas personas anónimas, pero que siguen dando el callo allí donde se encuentren: Isidoro, Manolín, Expedita, Eva, ... Precisamente el evangelio de esta semana nos va a retar el evangelio poniéndonos delante de Jesús y que si tenemos fe, le diremos a esa montaña ven y viene. Ellos, los misioneros se han puesto delante de Jesús y le han dicho que quieren ir y fueron. Nosotros tenemos que hacer lo mismo; tenemos que ser de convicciones y decisiones fuertes, de decir que vamos y lo hacemos. Como le dirá Pablo a su amigo Timoteo, "No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor"
         Hasta la próxima
         Paco Mira