Escribe Paco Mira:
¿NOS
ESTAMOS QUEDANDO SIN TRABAJADORES PARA TANTA MIES?

Si
me permiten, nuestro equipo eclesial está pasando por una mala racha. Este
equipo que tiene como entrenador de banquillo al Papa Francisco, no está en los
mejores momentos y su clasificación está lejos, probablemente, de jugar la liga
de campeones, es decir la Champions ligue. Pero claro, probablemente los
resultados de los últimos tiempos son los que nos llevan a afirmar que
probablemente no jugaremos la liga de campeones: siempre somos los mismos,
somos los mismos pero más viejos, no hay jóvenes en las parroquias, no se
asiste a las reuniones, nos duplicamos en las tareas, etc.
Y
siempre he dicho que a "vino nuevo,
odres nuevos". Todos los años hacemos una vendimia nueva y una nueva
cosecha y nos empeñamos en mantener los odres de toda la vida que fueron, y
probablemente muchos siguen valiendo, pero las "necesidades del
mercado" hacen
que hay que adaptarse a las nuevas corrientes. No hace mucho alguien me decía,
cuando se comentaba que no había tantos curas como antes: "Paco: cuando se
acabe la generación que va a misa y se tenga que cerrar puertas, han de sobrar
curas".

El
evangelio de este fin de semana nos dice que mandemos obreros a la mies puesto
que esta es abundante y los obreros son pocos. Aprovechemos a los obreros que
sin alforja, con sandalias, con humildad, sin túnica aparente, con simplemente
un bastón como autoridad de apoyo para el camino, con la capacidad suficiente
para ver en el otro un hermano ... son capaces de atender una mies que puede
dar un fruto muy abundante.

Solo
hay que darle confianza. Solo hay que creer que no somos los mejores y hay
quienes conviven con nosotros que son mejores que uno. Solo sacudirse el polvo
de las sandalias.
Hasta
la próxima
Paco
Mira