Escribe Paco Mira:
¿NOS
ESTAMOS QUEDANDO SIN TRABAJADORES PARA TANTA MIES?
¡Eterno
problema!. Cada vez que aparece Lucas con su evangelio, con su capítulo 10,
volvemos a retomar el viejo problema de que nos estamos quedando con lo justo y
a veces ni con eso. Esto me hace recordar que en el verano los equipos de
fútbol ya están planificando sus plantillas para la temporada que viene, los
despachos están echando humo donde se cuece todo lo que va a deparar la ilusión
de un montón de aficionados para la temporada que viene: la flor y nada irá a
parar a los equipos que desembolsen un dinero en condiciones y los que no
tengan para tanto, pues tendrán que conformarse, quizás con las migajas que
otros no quieren, y sobre todo mi respeto y admiración para quien no juega en
un equipo de los llamados grandes y ustedes me entienden.
Si
me permiten, nuestro equipo eclesial está pasando por una mala racha. Este
equipo que tiene como entrenador de banquillo al Papa Francisco, no está en los
mejores momentos y su clasificación está lejos, probablemente, de jugar la liga
de campeones, es decir la Champions ligue. Pero claro, probablemente los
resultados de los últimos tiempos son los que nos llevan a afirmar que
probablemente no jugaremos la liga de campeones: siempre somos los mismos,
somos los mismos pero más viejos, no hay jóvenes en las parroquias, no se
asiste a las reuniones, nos duplicamos en las tareas, etc.
Y
siempre he dicho que a "vino nuevo,
odres nuevos". Todos los años hacemos una vendimia nueva y una nueva
cosecha y nos empeñamos en mantener los odres de toda la vida que fueron, y
probablemente muchos siguen valiendo, pero las "necesidades del
mercado" hacen
que hay que adaptarse a las nuevas corrientes. No hace mucho alguien me decía,
cuando se comentaba que no había tantos curas como antes: "Paco: cuando se
acabe la generación que va a misa y se tenga que cerrar puertas, han de sobrar
curas".
Aquello
me dejó pensando Y es ¡que seguimos viendo una mies, una Iglesia
clericalizada". Seguimos pensando que tenemos una plantilla para jugar la
liga de campeones, pero la plantilla que tenemos probablemente sea una
plantilla para jugar en la división de honor pero no tanto para la liga de
campeones. Probablemente seguimos creyendo que no hay seglares con capacidad
para llevar adelante un torneo capaz de sacar buenos triunfos y estamos
equivocados.
El
evangelio de este fin de semana nos dice que mandemos obreros a la mies puesto
que esta es abundante y los obreros son pocos. Aprovechemos a los obreros que
sin alforja, con sandalias, con humildad, sin túnica aparente, con simplemente
un bastón como autoridad de apoyo para el camino, con la capacidad suficiente
para ver en el otro un hermano ... son capaces de atender una mies que puede
dar un fruto muy abundante.
Cada
uno tiene que sentirse orgulloso de ocupar el puesto que ocupa en el equipo de
primera división el que juega nunca pregunta por qué lo hace. Creo que podemos
poner en duda si realmente nos faltan trabajadores para trabajar en la mies de
nuestro querido mundo o de nuestra iglesia, santa y pecadora. Probablemente
escaseemos de obreros ordenados, pero los hay, que sin tener la etiqueta de la
ordenación, son capaces de llevar a buen puerto la gran noticia de que Jesús de
Nazaret sigue teniendo vigencia.
Solo
hay que darle confianza. Solo hay que creer que no somos los mejores y hay
quienes conviven con nosotros que son mejores que uno. Solo sacudirse el polvo
de las sandalias.
Hasta
la próxima
Paco
Mira