Javier, el nieto de mi vecino de apenas 10 años, llegó asustado a su casa, muy cerca de la mía y comentaba angustiado:

          -Dicen que va a haber guerra y que tenemos que comprar mucha comida para guardar por si nos atacan.

      Su madre lo tranquilizó con palabras  sencillas y nada hirientes al mismo tiempo que lamentaba que muchos políticos  y otras personas no cuiden su lenguaje en estos y en otros temas. 

      Me hizo pensar en lo importante que es cuidar la forma de hablar.

   También nos pasa en la Iglesia, en los actos litúrgicos. Con frecuencia utilizamos un vocabulario que a buena parte de la asamblea le suena a  chino. Seguimos utilizando términos de la Edad Media como si toda la gente conociera la Biblia, el Concilio de Nicea  y el Derecho canónico.  ¿No podemos  transmitir con palabras sencillas los conceptos más sublimes?  Se puede hablar de Liturgia, de Teología o de la Santísima Trinidad con palabras que cualquier persona puede entender. Pero hay quienes  creen que, cuanto menos claro hable,  más inteligente parece. No es así. Somos inteligentes  cuando somos capaces de transmitir los grandes temas con palabras que utilizamos día a día.

   Aquel famoso predicador habló durante una hora a los fieles que llenaron el templo y miraban con cara de asombro al sacerdote. Al llegar a la casa le preguntaron a la buena señora.

          -¿Te gustó el sermón de este Padre tan famoso?

          - Si, respondió. Estaba muy bonito. Yo no entendí nada  de lo que habló,  pero me gustó mucho.

          Recuerdo que en los libros donde estudiábamos la teología, antes de entrar en materia, aparecía el apartado de Nociones donde se explicaba el significado de cada concepto que se iba a usar.

          Eso podría hacerse en algunas eucaristías. A lo mejor hay que aclarar primero qué es la custodia, quién es el Santísimo, o qué significa Ofertorio. No podemos suponer que todo el mundo lo sabe.  Hay que pensar que, en una asamblea tan variada, puede estar una Licenciada en Catequesis, un carpintero o el mismo Javier que, con 10 años, también tiene derecho a entender de qué se esta hablando allí.

    Se dice que la gente hablando se entiende, pero a veces hay quienes ni ellos mismos se entienden.  

    Jesús tenía fama de utilizar un lenguaje bello y cercano. Por eso muchas veces, antes de leer el evangelio cantamos o escuchamos cosas como éstas:

Bellas palabras de vida Son las de Cristo Jesús

Ellas alientan mi alma Dan fortaleza y salud.

Bellas palabras de vida Permanecen en mi ser

Bellas palabras Que nunca en la vida

Había escuchado hasta hoy.

Lo escuchamos:

CANCIÓN: BELLAS PALABRAS DE VIDA

https://youtu.be/3If5IEhBUPY

ENLACE PARA ESCUCHAR LA REFLEXIÓN EN RADIO10 INGENIO

https://go.ivoox.com/rf/144015633

CANCIÓN: CANTARES, cantada por Joan Manuel Serrat y la letra son unos versos del poeta Antonio Machado

https://youtu.be/pek63DvQND4?si=qrEC2cPV938EGmOi