Isabel y Sarito me cuentan cada semana lo que están descubriendo todos los días  con una planta conocida como la de las mariposas. La tienen plantada en sus casas y me dicen que es una maravilla ver cómo en esa planta, que técnicamente se llama Buddleia davidii, nacen y se crían pequeñas orugas que luego se convierten en mariposas.

Dicen que el aroma de las flores que produce la planta y los colores tan atractivos es un auténtico imán para la Mariposa monarca que encuentra allí el lugar ideal para depositar sus huevos.

Y digo yo. Si la mariposa monarca es capaz de recorrer hasta 5.000 kilómetros para encontrar el sitio ideal donde sus hijas nazcan y crezcan felices, ¿Por qué las personas nos hacemos dueñas de la tierra, de los jardines, de los mares y ponemos todas las dificultades posibles para evitar que nadie se acerque a nosotros?

Y sigo pensando. Si una planta puede atraer con sus encantos a mariposas venidas de lejos, ¿Cuándo los creyentes tendremos la capacidad de entusiasmar a las personas que no han descubierto la alegría de pertenecer a la familia de los seguidores de Jesús?

          Esta semana en mi jardín ya he plantado la flor de las Mariposas. Y me ilusiona plantar otra en cada parroquia, y en cada grupo en los que hablamos de Jesús y de amor y de solidaridad.

Tengo esperanza de que  crecerán y atraerán  a quienes andan lejos o despistados, a muchos kilómetros de la fe.

CANCIÓN

LA MARIPOSA MONARCA DE PEDRO GUERRA

ENLACE PARA ESCUCHAR EL AUDIO

https://go.ivoox.com/rf/130970142