QUÉ BONITA  SEMANA SANTA

 (comentario del párroco, Jesús Vega)

¿Qué tal fue tu semana santa de este año?  Unos amigos estuvieron por Andalucía  y cuentan  les pareció muy bonita. Me gustaría contarles a ustedes cómo fue mi semana santa de este año. Yo  no fui a Sevilla. Pero tuve momentos inolvidables  sin salir de Ingenio, a pesar de que no pude participar en algunos de los días grandes.   Bueno, les cuento.  Ustedes saben que la semana de Pascua o se vive  intensamente  o  no es Semana Santa.  

Las procesiones en las que participé  no fueron sólo ir detrás o delante de una imagen. Esa suerte tienen las procesiones de Ingenio. Te paras a contemplar un altar hecho con tanto mimo, olor a incienso y a hinojo. Saludas a la señora que se asoma a la puerta, bendices un rosario, rezas una oración, cantas al Señor atado a la columna, sonríes con quienes empujan devotamente los tronos. Y contemplas vistas delo pueblo que quieres desde distintos lugares…

Así fueron mis primeros días de la semana.

Llegó el jueves y te cuenta una chiquita de tal vez quince años que quiso  orar, hablar con Jesús, de distinta manera, sin palabras repetidas sin sentido . Y le salían letras de canciones. Y así se las fue diciendo al Señor.

Qué bonito cuando te veo, Qué bonito cuando te siento
Qué bonito pensar que estás aquí, Junto a mí

Qué bonito cuando me hablas, Qué bonito cuando te callas
Qué bonito sentir que estás aquí Junto a mí,

Qué bonito sería poder volar Qué bonito poder sentirte así
Siempre así  Y a tu lado ponerme yo a cantar

Luego llegó el viernes con fiebre y covid. Y los planes se vinieron abajo. No pude estar en la cárcel, ni en El Cristo ni en La Candelaria.

Pero Dios puso lo que faltaba. Desde la cama tuve más suerte que mi hermana Gabriela porque ella no pudo desde el hospital y yo sí, unirme a mi comunidad para seguir los pasos de Jesús en la cruz.  Y la Vigilia Pascual con más colores que nunca gritando y cantando que en mis dos parroquias que  el Señor resucitó.

            El domingo de Pascua,  al mediodía,  la procesión pasaba delante de mi casa. Los niños y niñas llevaban globos en sus manos abriendo el cortejo. Delante de mi ventana se pararon, divertidos,  para saludar  y cantar  y sonreír.  Y  desapareció la fiebre. Sí, el Señor resucitó, Él vive, Él vive. Y desde entonces no he parado de decirle a Jesús con la adolescente de tal vez quince años:

Qué bonito cuando te veo, Qué bonito cuando te siento
Qué bonito pensar que estás aquí, Junto a mí

 Pinchar enlace canción de Rosario:  Qué bonito

https://youtu.be/g4WFs1k5c3I