Comentario del Párroco
LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS
Y DE OTRAS PERSONAS
Lidia es una mujer muy
creyente. Tiene una devoción grandísima a la cruz de Cristo. Algunas veces la
he visto llorar delante de un crucifijo mientras pensaba en los clavos, en las
llagas, en los azotes y todo eso tan
duro que los evangelios cuentan de Jesús.
Lo que
más me hace sufrir, me cuenta Lidia, es
que lo escupieran o que le pegaran una bofetada con tanto desprecio. Y se
emocionaba al decírmelo. Lidia no fue capaz de ver, por ejemplo, la película de la Pasión del Señor de Mel
Gibson. Bueno, la verdad es que tampoco yo fui capaz.
A veces le he dicho a Lidia lo que valoro esos
buenos sentimientos. Pero que no se quede sólo en lo que le pasó a Jesús hace
2000 años. Porque a Jesús le siguen pasando cosas terribles actualmente. Y hay que seguir
encontrándolo y llorando y
ayudándolo aquí mismo en nuestra tierra. Me vienen nombres a la cabeza
Gabriel
estuvo más de un año en la cárcel de Juan Grande siendo inocente del todo. Lo acusaron de algo
que él nunca hizo pero muy poca gente lo creyó. Y hasta en la prisión recibió toda clase de
insultos. Y el abandono de bastantes de
sus amigos. Gabriel es también Jesús.
Y pasan
por mi mente los nombres de algunos niños y niñas que han sido asesinados por auténticos criminales tan crueles o
más que Judas el traidor.
Lidia, estoy viendo la
cruz de Cristo en los hombres y mujeres
que están solos en la cama de un hospital; o haciendo cola para que le atiendan
en Urgencias. No es poca cosa la corona de espinas que llevan. O los azotes
de olvido o desprecio de muchos pobres
que esperan algo de comida en los
comedores sociales.
Hay que mirar la Cruz de Cristo y hay que mirar la cruz
de otros Cristos vivos no lejos de nosotros.
Y hay que contemplar los ojos llenos de lágrimas de
muchas madres hundidas porque aquellos hijos a los que criaron y mimaron, se han vuelto en su contra porque
solo viven pensando egoístamente en su propio bien.
Lidia, me gusta verte emocionada ante la cruz de Cristo.
Me gustaría verte también, dolorosa, ante las otras cruces que carga Jesús
aunque ahora lleve el nombre de una vecina o un amigo.
¿Qué pasaría por la mente de la Virgen María cuando miraba a su Hijo
asesinado en aquella cruz?
Hay una canción que lo expresa muy bien. El Diario de
María.
Si
les parece lo escuchamos. CANCIÓN EL
DIARIO DE MARÍA