DIARIO DE UN CURA:

El sueño de Carmelo

        Estaba ayer preparando la liturgia del próximo 1 de Noviembre, día de Todos los santos. En una hoja me puse a anotar  los nombres de amigos  que, en estos últimos meses,  han pasado a formar parte del catálogo de “posibles santos”. Y yo mismo me sorprendí de la  cantidad de buenas personas a las que  he tenido que despedir: Nicolás, Carmelo, Yolanda, Pepe, Tito, Victoriano, Carmen, Simón…

Carmelo Pérez,  del Tablero de Maspalomas, forma parte de ese grupo de personas que un día  “se durmió” y sigue dormido.   Fue un hombre lleno de sueños y de amor. Enamorado de su pueblo, entregado a la familia, a sus clases  en el Instituto, a Jesús de Nazaret, a sus amigos.

Nos conocimos hace más de 30 años en Tafira y desde entonces fuimos amigos de toda la vida, para toda la vida.

Porque con Carmelo, los amigos no caducaban. Y siempre encontraba tiempo para escuchar y compartir. Hablamos y rezamos juntos muchas veces. Cada año, en donde quiera que estuviéramos nos buscábamos para compartir    la Pascua y la esperanza de una Vida mejor.

Me hizo un gran regalo: Poder  bautizar a sus hijas, Iris y Arwel, en unas celebraciones que él y Paqui, su esposa,  preparaban detalle a detalle: canciones, símbolos, testimonios, oración…  El vivía la vida intensamente y la celebraba. Por eso, tal vez, reía mucho. Nos reíamos de todo lo posible. Nos burlábamos el  uno del otro y siempre hablábamos hasta llegar al fondo del corazón.

En estos días he releído cosas suyas, de sus hijos, de sus alumnos. He revivido  su humor, su socarronería y la hondura de sus reflexiones.  Fue  Cronista de San Bartolomé  y  transmitió con profundidad los sentimientos de su pueblo. Uno de sus últimos artículos lo dedicó cariñosamente a Antonio Berriel, amigo común,  para recordar y agradecer  su paso amable como párroco del Tablero y San Fernando. Carmelo  no sólo escribía. Carmelo sabía  también leer,  vivir y a veces sufrir  la crónica silenciosa diaria y  personal de muchos adolescentes a los que daba clase.

Su voz cálida y gruesa, era expresión de la vida y sentimientos  que brotaban de muy adentro. Lo recordaba hace unos días su hija Iris cuando le decía: 

“-Papá, si agudizamos bien el oído del corazón podemos oír el susurro de tu voz. Si hacemos el silencio adecuado en nuestro interior podemos escuchar tu palabra. Si logro hacer un poco de hueco en mí, si logro calmar el dolor por un momento, si me quedo en silencio… podré escucharte”.

 

Tienes razón, Iris. Nos resulta muy fácil  escuchar y sentir a tu padre, aunque ahora parezca dormido.

En estas vísperas de Todos los Santos canonizados o no,  viene bien recordar el diálogo que un día tuvo con su  hija:

 

 -Papá ¿cómo va un hombre al cielo?, porque me dijo Pancho que el papá de Tene se murió y ahora está en el cielo.¿y tú te vas a morir? ¿y yo?

“-Iris, en el cole ya has plantado semillas y las has visto brotar. Cuando tú la cubres con la tierra húmeda ella se queda en penumbras y al calor del sol y del agua comienza a dejar de ser semilla para convertirse en una planta pequeñita. Mientras la semilla está bajo la tierra, en su oscuridad, sembrada en el surco de la vida… ella ni siquiera imagina las ramas, ni las flores, ni los frutos ¿Qué sabe ella de lo que está encima de la tierra? ¿qué sabe de las nubes y de los pájaros y sus nidos?”

 

La semilla, Carmelo, ya está creciendo. No imaginabas tú, qué va, lo que iba a crecer, los frutos que iba a dar, que ya está dando.

 

-Tú sabes, contaba Carmelo a sus hijas,  que los enanitos lloraban a Blancanieves porque había muerto y despertó de aquel sueño con un beso. Como cuando tú estás dormida y te despertamos besándote en la mejilla, acariciándote después de haberte arrullado.

 

Nicolás, Carmelo, Yolanda, Pepe, Tito, Victoriano, Carmen, Simón…comparten ese sueño feliz.

Hoy  escucharán la voz cariñosa de alguien que, como Iris, dirá feliz:

-          Papá, hoy gracias a ti, tengo la certeza de que Dios te tiene entre sus brazos arrullándote y – como el príncipe – te besa en la cara mientras te acaricia.