CARTA DE NUESTRO OBISPO FRANCISCO
*Los días 11, 12 y 13 de
mayo, en todas las misas que se celebren en las parroquias de nuestras islas se
pedirá por el descanso eterno de todos
los difuntos de la pandemia.
* Estos 3 días de mayo los sacerdotes podrán celebrar una misa por
la mañana y otra por la tarde
Ob
Las Palmas de Gran Canaria, 4 de
Mayo de 2020
CAMINANDO HACIA
LA NORMALIDAD, ROGAMOS
ESPECIALMENTE POR LOS DIFUNTOS DE LA
PANDEMIA
Queridos Hermanos y Amigos
todos:
Estamos ya
vislumbrando el momento de volver a la celebración de la Eucaristía de manera
física presencial. Damos gracias a Dios que nos ha permitido llegar hasta aquí,
y le pedimos que nos siga ayudando para que no tengamos que volver atrás por
nuestra falta de atención y cuidado. Es responsabilidad de todos y a todos
animamos para ser conscientes y actuar en consecuencia. Hemos vivido todos una
experiencia muy especial. Algunos, muy pocos, han tenido la oportunidad de
participar físicamente, pero la mayoría ha estado pendiente de la voz del
celebrante por la radio, o de la voz y la imagen por la televisión. He de
reconocer que en todas las celebraciones he sabido y sentido que no celebraba
solo, que, al otro lado de la distancia, estaba muy cercana y muy pendiente la
comunidad celebrando. Y quiero pensar que también vosotros habéis vivido esta
experiencia de "presencia cercana y participación real", al otro lado
de la distancia. He sido un privilegiado porque he podido comulgar físicamente,
y he querido acompañaros en el momento de la Comunión con palabras de
proximidad para que vuestra comunión espiritual no fuera menos real.
En todas las
celebraciones, desde la primera Eucaristía de esta etapa de confinamiento,
hemos ofrecido el santo Sacrificio de la Misa por todos los difuntos, y
especialmente por todos los difuntos de esta pandemia. Hemos puesto en las
manos de Dios, Padre de misericordia, la vida y la muerte de nuestros hermanos
todos. Nos dolía muy profundamente que tanto ellos como sus familiares hayan
tenido que vivir este trance tan distantes. Nuestra memoria creyente, en la
oración y en la ofrenda de la santa Misa, también quería aliviar mínimamente
esa distancia.
Sin perjuicio de
que más adelante, cuando nos encontremos en circunstancias más parecidas a la
normalidad, hagamos una celebración diocesana especial por este motivo, os
comunico mi deseo de que los próximos días 11, 12 y 13 de Mayo, cuando ya se
puede celebrar la Eucaristía de manera física presencial, lo hagamos por esta
intención, el descanso eterno de todos los
difuntos de la pandemia, en todas las Parroquias de la Diócesis. Podemos
celebrar la liturgia del tiempo Pascual correspondiente, y el último día la
Misa en la memoria de la Bienaventurada Virgen María de Fátima, a la que
invocamos como salud de los enfermos y consuelo de los afligidos. Al
comunicarlo a los fieles podemos incluso ofrecer una celebración por la mañana
y otra por la tarde, si os es posible. Lo indico así: tres días, y dos
celebraciones cada día, para que los fieles creyentes puedan distribuirse mejor
según sus posibilidades y según los aforos de nuestros templos. Además de esta
carta, os envío un escrito con el conjunto de las medidas de prevención que necesitamos
considerar en esta nueva etapa de la acción pastoral.
Por lo que se
refiere a la celebración que he mantenido trasmitida por Radio Tamaraceite
desde la Capilla del Obispado, ya anuncio que los días 11, 12 y 13 de Mayo lo
haremos a las 8.30 de la mañana, y, además, a las 7 de la tarde desde la
Catedral. En ambos casos de modo presencial y de modo trasmitido.
Como indican los
Obispos de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, prorrogamos la
dispensa del precepto dominical, e invitamos a las personas mayores, enfermos o
en situación de riesgo que valoren la conveniencia de no salir de sus
domicilios en esta primera fase. Pueden seguir la celebración todos los días a
las 8.30 por Radio desde la Catedral, o a las 12 del mediodía desde Teror.
Seguimos caminando
todos. Estamos encerrados, pero no cerrados. Estamos muy comunicados: con Dios,
a quien acudimos con confianza, y con los demás. Que el Señor nos bendiga con
su amor y nos llene de amor mutuo.
X Francisco, Obispo