LA IGLESIA PROPONE TOCAR
LAS CAMPANAS A LAS 12 DEL MEDIODÍA PARA REZAR EL
ÁNGELUS

Por este motivo, piden «que a la
hora del ángelus suenen las campanas de nuestros templos para invitar a orar a
quienes permanecen en casa y hacer llegar, a quienes sirven y trabajan, la
ayuda del Señor y el agradecimiento de la Iglesia». Proponen que, cada
día a las 12:00 horas, repiquen para «mostrar nuestro agradecimiento y fraterna
solidaridad y orar»:
- Por los
enfermos contagiados por el virus, por sus familiares, por quienes están
en cuarentena y por otros enfermos que «ven afectada su atención por la
prioridad de atajar la pandemia».
- Por los
trabajadores de todos los centros y servicios sanitarios.
- Por los
equipos de Emergencias, por los de Protección Civil y por las Fuerzas de
Seguridad del Estado.
- Por los
equipos de Pastoral de la Salud y por los voluntarios.
- Por las
personas de riesgo: niños, mayores y enfermos crónicos.
- Por los
padres, madres, abuelos y educadores.
- Por los
que están viviendo esta situación de emergencia en soledad.
- Por
quienes carecen de hogar o de lo imprescindible para vivir.
- Por las
diversas autoridades públicas.
- Por los
sacerdotes y por los monasterios de vida contemplativa, que «con su
oración y entrega siguen dando esperanza a todos los ciudadanos».
También piden que, a la conclusión del ángelus, «digamos juntos estos días
y a esa hora la oración del Papa Francisco: "Oh, María, Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo
de salvación y esperanza. Nosotros nos encomendamos a Ti, salud de los
enfermos, que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme
tu fe. Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes lo que necesitamos y estamos
seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la
alegría y la fiesta después de este momento de prueba».
CÓMO SE REZA EL
ÁNGELUS
El Ángel
del Señor anunció a María.
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
(Avemaría)Dios te salve María, llena eres de
gracia…
He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.
(Avemaría)
Y el Verbo se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.
(Avemaría)
Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
Para que
seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
Oremos:
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que,
por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que
lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Gloria al
Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…(tres veces)