Escribe Paco Mira:
CON EL SELLO DE ESPAÑA, PERO
SIEMPRE CON LA LUZ DE LA CANDELARIA
Quizás se ha dicho mucho
y todo. Quizás todo lo que se dijo sea poco, pero probablemente pocos nos
ponemos de acuerdo a la hora de manifestar cierta inquietud.
Cuando ocurrió la desgracia de Julen,
alguien afirmó que el sello de calidad de la palabra “España” era otra cosa. Y
quizás sea cierto. La solidaridad, la cercanía, las lágrimas, las esperanzas….
Eran ciertas. Sin embargo – y es mi opinión – me gustaría que el sello de
calidad de la palabra “España” estuviera impreso en tantas personas que viven
en la soledad de un cartón en cualquiera de nuestros bancos, en cualquiera de
las plazas de nuestros pueblos; me gustaría que el sello de España hubiese
estado impreso en los 640 niños que desde aquella imagen fatídica de Aylan en
la orilla de la playa, han sido engullidos por el mar Mediterráneo. Ese mar
cuyo nombre es la marca de una dieta del sello de España. Me gustaría que el
sello de España, también esté en las urgencias de tantos y tantos hospitales y
centros de salud donde se hacinan nuestros familiares por falta de recursos.
Julen, por desgracia, nos enseñó que si
se quiere se puede. Julen por desgracia nos enseñó que donde existe interés,
voluntad, amor, ganas… se paraliza un país y probablemente la disculpa
económica queda en segundo plano, porque lo importante son los seres humanos,
las personas.
Pero hoy quisiera hablar, si me permiten
el salto, de María. Toca hablar de la luz, de la candela, de la Candelaria (con
el permiso de San Blas). Porque este fin de semana María invita a todos, en
especial a la gente de Ingenio, a que – como dice el evangelio – acudamos a sus
brazos como seguro que están Julen y tantos y tantos otros. Quiero, si me lo
permiten, felicitar a esa comunidad parroquial y vecinal porque estrenan
párroco en esta fiesta. Es un lujo tener a la persona que ustedes tienen. En el
evangelio de este fin de semana escucharemos, “¿No es este el hijo de José y
de María?”. Probablemente queden en el pueblo quien conociera a sus
progenitores, y hoy en día, como también dice el evangelio, “se admiraban de
las palabras que salían de su boca”.
Apoyen, animen, cuiden y mimen al
párroco y a la comunidad que pastorea. Cuiden, apoyen, mimen y animen a todos
aquellos que de corazón quieren acercarse hasta los pies y el corazón de María
bajo la advocación de nuestra Señora de la Candelaria. Pablo, en la segunda
lectura de este fin de semana, dirá que podemos hacer lo que queramos que si no
lo hacemos por y con amor de nada sirve. Probablemente nos encontremos con
gente desagradecida, pero el amor no pasa nunca, ni de moda, pero el amor
auténtico no el que pretenden vender algunos medios de comunicación.
Si en la sinagoga de Jerusalén, los ojos
estaban puestos en Jesús mientras hablaba, que este fin de semana y siempre los
ojos estén puestos en ustedes que no hace falta que hablen porque su testimonio
lo dice todo.
La vida siempre nos pone a prueba, pero
ojala que siempre tengamos la valentía de tener al evangelio por bandera para no
perder nunca la meta que nos proponemos y eso es lo que el Papa Francisco les
ha dicho a los jóvenes en Panamá.
Felicidades, Ingenio
Hasta la próxima
Paco Mira